jueves, 10 de marzo de 2011

La luz

Estás subiendo a este tren. La luz no me deja ver la cantidad de vagones, por eso no sé si es largo o corto.
Simplemente estás armando las valijas, organizando lo que queda, buscando la mejor forma de despedirte. Eso es… despedirte. Sin embargo, algo nace desde el centro de mis entrañas que no me permite agitar la mano… un tirón fuerte lleva a mi brazo hacia la espalda y se niega a dejarlo libre. Me duele el alma, se me cierra el pecho y me ahogo en llantos, penas desesperanzas; tantos sentimientos que sólo guardo para mí.
La vida no da revancha, ya no lo creo, pero sí deja enseñanzas. Sé que debo aprender, eso me enseñaste. Me enseñaste a aprender y a luchar. A seguir, a caminar (nunca correr, pues me puedo caer en el apuro), a pensar y reflexionar, a hablar y valorar… y tantas otras cosas.
Pero te vas, lentamente. Los ojos se van entrecerrando. Vas cumpliendo una etapa. Y la lucha es escasa o al menos vana.
Más allá la luz, la paz, el descanso, el amor sincero, los premios a los esfuerzos. Más allá Dios. Más allá vos…
No puedo entender por qué extraña razón cuesta tanto despedirse, soltar la mano, saltar hacia el andén.
No puedo explicar esto que ocurre, este vacío, este dolor. Simplemente sé que te vas… me estás saludando desde hace tiempo, estás guardando el equipaje… y yo no puedo decir adiós… mamá.

Melina Jaureguizahar

14 comentarios:

  1. Decirle adiós no podré tampoco nunca, la apreté entre mis brazos, me quedé con su olor para que viva eternamente a través de mis sentidos y sus enseñanzas. Eso he podido hacer. La veo en la prolongación que de ella existe en cada uno de nosotros sus hijos,este lleva su sonrisa, aquel lleva su virtud e inteligencia, yo quedé atrapada en su sentido del deber y la amistad. Al otro el más pequeño, a ese lo escogió ella para llevárselo a su encuentro tras su partida. Quise ser yo más ella no lo dejó, quizás porque al legarme el deber me dejó atada a la tierra hasta que cumpla su misión a través de mi.
    Por eso estoy en el andén sin decir adiós, atrapada en la esperanza de verla bajar otra vez.
    Qué triste es Mel tener que seguir en el tren. Tranquila vamos contigo desde este sitio veo el tuyo y podemos compartir sus enseñanzas.

    ResponderEliminar
  2. Mila... qué decir amiga!!! Gracias!!! Te quiero!!!
    Es muy bueno saber que tenemos compañía en el andén!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola tu relato ha sido uno de los que me ha gustado, bonito, volveré... para descubrir los nuevos cuentitos que nos quieras contar, saludos

    ResponderEliminar
  4. Gracias Estrella!!! Serás siempre bienvenida!

    ResponderEliminar
  5. cuanto dolor hay en las despedidas y si son de una madre más, un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Entro a tu blog siguiendo un rastro impreciso, pero que ha desembocado en una lectura muy grata y, a la vez, sobrecogedora.
    Apuntar tu excelente manejo narrativo es, al menos en este artículo, un ejercicio secundario. Me quedo con esas palabras que provienen directamente del corazón.

    Saludos desde Argentina.

    ResponderEliminar
  7. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    COMPARTIENDO ILUSION
    A.D.N. LITERARIO

    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...




    ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.

    José
    Ramón...

    ResponderEliminar
  8. Muchas Gracias José Ramón!!! un abrazo!!

    ResponderEliminar
  9. Me has hecho llorar al recordar a mi abuela, no pude despedirme de ellacomo hubiese querido...

    ResponderEliminar
  10. Alexandra... lo que es terrible es no poder despedirse del dolor... Un abrazo!

    ResponderEliminar
  11. Pienso que todos somos algo mendigos en esta tierra…con demasiadas carencias, huimos hacia paraísos inexistentes para salvarnos de conocernos. A nuestro interior le faltan alimento y calor.
    En el tren de largo recorrido que es la vida, existen vagones repletos de gentes. Unos van bajando en distintas estaciones…alguno llegará hasta tu mismo destino.

    ResponderEliminar
  12. Gracias por tus palabras tan reales Kimbertrancanut!!!

    ResponderEliminar