viernes, 1 de abril de 2011

Crónica del dolor


El diagnóstico fue certero y a la vez sorpresivo. Tantos años cumpliendo las reglas del adecuado vivir, para terminar tendida sobre una camilla de hospital. Sus oídos recibieron la noticia,  mas su mente demoró en procesarla.
El cáncer había nacido en sus ovarios y se había desparramado raudamente por todo su cuerpo. Sin embargo, inexplicablemente, no había logrado llegar al alma. Ese fue el motor de su lucha y su existencia posterior.
La fuerza que brotaba desde su interior e invadía la totalidad de su espíritu, la llevó a vencer pronósticos y barreras. Se fue reponiendo a los obstáculos y labrando el camino hacia la inmortalidad. Logró sembrar las bases de la persistencia, aquellas inalcanzables  para el olvido.
Luchó… ¡claro que lo hizo! Pero una mañana despertó queriendo privilegiar su cuerpo y salvar su espíritu incorruptible. Un claro esbozo de que su templo ya no sería ultrajado, de que las humillaciones habían acabado.
Se tendió armónicamente en su lecho, y dejó que el viento acariciara sus ojos, los que lentamente se fueron cerrando.
Entonces su alma fue libre, como un pájaro al cual le abren la jaula… y voló alto, muy alto, hasta estar junto al mismísimo Padre.

Melina Jaureguizahar Serra

8 comentarios:

  1. Soy de las que va por este mundo acompañada por aquellos que lucharon por mantenerse junto a nosotros, con ello/as converso, consulto. A ello/as los siento cerca de mi porque además admiro cuánto lucharon por la vida y ganaron el derecho de vivirla a través de mis recuerdos.
    Buen relato, preciso sin incitar a la angustia pero instándonos a luchar por la vida.

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  2. Pues de vuelta por acá, ME GUSTA MUCHO, esta nueva imagen, tiene muchas más fuerza y arte. Lo disfrutaré junto a ti, con ganas.Ahora a escribir, mucho por favor que quienes te seguimos, te esperamos confiados en tus saberes.

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  3. Gracias por tus palabras Mila... ya los voy a sorprender con un nuevo escrito... está a punto de salir del horno.

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  4. Me gusto mucho. Tocas un tema delicado y....soreprendentemente no asusta.Enhorabuena

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